El interés por este modelo se da por encontrar cómo es que todos los miembros del sistema (ya sea familiar, institucional, psicosocial) participan en el mantenimiento del síntoma; se busca entender además cómo es que el síntoma actúa como el esfuerzo de algunos miembros para mantener la estabilidad familiar, es decir que este enfoque, se centra en las interacciones y actividades de los miembros de la familia para determinar la organización o estructura de la misma. Es por lo tanto que los síntomas son considerados como consecuencias de las dificultades organizativas.

La postura de Minuchin representa una perspectiva optimista acerca de las posibilidades: si se modifica la estructura de la familia se posibilita el cambio, ya que se favorecen distintas experiencias subjetivas de sus miembros y de la relación entre ellos.